jueves, 22 de mayo de 2008

La "ñ" todavía no estaba inventada

Entonces llovía mucho (por todas las veces que nos prometimos lluvia ), y murmuraba todo el tiempo un miedo ingenuo que nos acercaba despacio a una historia repetida. Deberíamos habernos arriesgado la primera vez, y no dejar que nos gane el cansancio, las visitas o las mesas cerca de la cama. Y yo debería haber impedido que te cambies el vestido, que en realidad, no te transparentaba nada, sino que le hacía honor a tus piernas. Y como todavía no existía la “ñ”, me dijiste:

Suenio que suenio que estoy soniando
te dejo soniar
metete al mar.

Y te asombrabas de los colores que me llevaban al sueño, o de las imágenes tan vivas que me acompañaban lejos tuyo. Y los martes duraban un atado compartido, tres temas bailados, una película que no llegaba a la mitad, dos besos por cada silencio y una excusa dibujada. A veces hasta se podían extender para mezclarse con el café con leche de la mañana del miércoles. Pero estábamos tan en la noche anterior, que ni suquiera nos llegábamos a despedir.

Después vino la tristeza y te llevó lejos. Y ya no tuve mensajes tuyos, ni vos abrazos míos, y toda la ciudad se volvió oscura y despiadada, y las calles dejaron de tener nombres, y los colectivos se perdían y me dejaban lejos.

Vos eras pura melodía, y yo nunca te pude hacer una canción.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Seguiras imaginando que podràs tirarte al mar pero no naufragaras con docilidad solo lo haràs en tus sueños, ojala lo escribas en un cuento pues no es nada mas que eso.
Inventaras senderos por los que no caminaras, personas a las que jamas veras y yo me quedare en la ciudad caminando cada dia atravezando la realidad.

Tio parece que has estado sufriendo, a ponerte las calzetas y a caminar las calles que la vida es corta saludos Jonathan

Juampi dijo...

Jonathan, puedo asegurarte que si la tristeza consuena y resuena entre la sensibilidad de la gente, y puede hacer que se generen palabras como las que salieron de vos; vale la pena seguir siendo permeable a las insistencias tajantes de la vida.

Un abrazo enorme y mis aplausos para vos.

Gracias miles.