sábado, 30 de mayo de 2009

Nosotros

-¿No era que éramos anarquistas?
Y el humo envolvía cada vez más la noche. Y todas las voces se fundían en una génesis cada vez más abstracta sobre una explicación posible para el mundo. Las copas se quiebran. Las generaciones se cruzan una y otra vez. Insisten, crecen, generan, cambian. Todas las tonalidades son aceptadas, dos dirígen, los otros impulsan. Choque innegable entre fuego cruzado. Dos son las voces que importan. Las dos que hacen puente cuando las miradas se esquivan. Sin embargo, sostienen el caos que desatarán luego. La pérdida gradual del único sentido se abre camino entre los pasos mal dados y alcanza la brecha inmensa que tapona el pasar del tiempo. ¿No era que éramos anarquistas? Pero el exceso necesario para combatir la presencia eterna del recuerdo, comienza a hacer síntoma en los diálogos más dulces.
-No se que fuimos, en realidad, ya no se bien qué es lo que somos.
El exceso ahí donde falta un brazo.
-Nos robaron la ilusión, ni la puta ilusión nos dejaron. Se llevaron a todos los que hacían que creas en los mundos imposibles. La ilusión, ¿Entendés? ¿Y no era que éramos anarquistas?
Los ojos se empapan. La violencia que empuja hace saltar las primeras lágrimas. Violencia obturada por la amargura, por sentir las manos cortadas, por dos hielos más en el vaso, por un último tema que la voz aplastada no nos deja decir. Alguien golpea la mesa.
- Por ahí ustedes sean los encargados de devolvérsela al mundo, ustedes que no tienen miedo. Ustedes, los que no se acuestan intentando el olvido... pero si los querés tanto, carajo. Porque fueron los mejores. Perdimos. No sé si somos anarquistas. No se, ¿Qué somos?

1 comentario:

Juampi dijo...

Voy a intentar hacer una aclaración sobre lo escrito, en base a tu comentario, maru; aunque sea una situación excepcional.
Pienso que no hay que explicar lo que uno escribe, porque sino es dejar una excusa perfecta a los lectores conformistas, dejar un sentido fijo taponando la posibilidad de que uno le busque el suyo por cuenta propia. De todas maneras me gustaría decir algo: Hay que tener muco cuidado con lo de "texto de protesta" porque también puede funcionar de tapón. El texto se llama "nosotros" y si hay alguna protesta es hacia todo el que entre en esa categoría. Estoy algo cansado de que la gente no quiera cambiar el mundo, y los que tienen la posibilidad, no se den cuenta y pateen la pelota. La responsabilidad es nuestra, por más que uno le meta todos los imposibles que encuentre en el camino. Y el arte tiene muchísimo para hacer. Es protesta contra la quietud, la falta de creatividad, el estancamiento trascendentalista. Y somos nosotros los que podemos darle moviento a todo lo que se haga falta. Nosotros los dormidos sin una buena excusa. Hora de empezar a hacer que las cosas pasen.